Son más de cinco meses en los cuales los vecinos de los portales de Transmilenio de las Américas, Suba y Usme viven situaciones difíciles de inseguridad, problemas de movilidad para desplazarse y afectaciones a sus inmuebles, gracias a los integrantes de la primera línea que se apoderaron de estos sectores.
Los hurtos en Bogotá no se detienen, por el contrario, cada día hay más casos y con modalidades cada día más creativas. “Es preocupante el deterioro que tiene la ciudad y el incremento de la inseguridad, los robos a personas aumentaron en un 26.8 % y la localidad que registró un el mayor crecimiento fue Chapinero con un 153 %, entre enero y agosto de este año, comparado con el 2020”, manifestó la concejal Diana Diago.
Un fenómeno que parece no tener fin en la ciudad es el trabajo infantil, el cual afecta a cerca de 5.000 niños y adolescentes. “Cuando se transita las calles de Bogotá es evidente el incremento de niños limpiando vidrios, vendiendo dulces, reciclando o pidiendo dinero. Se requiere una intervención urgente”, manifestó la concejal Diana Diago.