Este 27 de diciembre se llevó a cabo la final del fútbol colombiano en Bogotá y las medidas para evitar las aglomeraciones resultaron insuficientes y con falta de planeación; prueba de ellos fueron las aglomeraciones que se evidenciaron en diferentes puntos de la ciudad.
Con fecha a corte del 27 de diciembre de 2020 de SALUDATA (Observatorio de seguridad de Bogotá), el porcentaje total de ocupación de UCI en la ciudad fue del 79% y de UCI ocupadas por COVID-19 fue del 71,2%, cifra que seguramente aumentará en los próximos días por cuenta de las multitudes que se presentaron antes y después del partido entre América y Santa Fe.
Las medidas implementadas el día 27 por la Alcaldía Mayor de Bogotá, en cabeza de la señora Claudia López, sobre la ley seca, cierre del servicio de Transmilenio y la suspensión de la movilidad en toda Bogotá se realizaron y anunciaron sin la anticipación indicada para que en efecto los hinchas de los dos equipos cumplieran las instrucciones dadas.
Ahora bien, vale la pena mencionar que estas instrucciones además de no evitar las aglomeraciones representaron grandes dificultades para los ciudadanos que se encontraban trabajando y que vieron restringida su movilidad por el cierre del sistema integrado de transporte. Para esas personas también se debe gobernar.
Tal como lo señala la misma alcaldesa, las cifras son exactas y no mienten, así que los resultados de este evento que no contó con las medidas necesarias para evitar la propagación del COVID-19 se verán reflejadas en los próximos días. Por esta razón hago un llamado a la Administración y a su conjunto para que gobiernen con planeación y anticipación, especialmente con los eventos que se pueden prevenir, y no sobre la marcha como ocurrió en este caso.
DIANA DIAGO
Centro Democrática