La ciudad no cuenta con un análisis actualizado de riesgo sobre el estado actual de su infraestructura ante cualquier situación que se pueda presentar por sismos, temblores o terremotos.
Para nadie es un secreto que Bogotá se encuentra en una zona de riesgo sísmico intermedio lo que implica que la ciudad tiene unas probabilidades considerables de verse afectada por un terremoto o cualquier movimiento de las placas tectónicas. Sin embargo, en este momento la capital no cuenta con un análisis actualizado de riesgo sobre el estado actual de su infraestructura.
Según el Instituto Distrital de Gestión de Riesgo y Cambio Climático (IDIGER), el último estudio de este tipo se hizo hace más de 10 años cuando la ciudad se encontraba en unas condiciones diferentes a las actuales sin contar el crecimiento que ha tenido exponencialmente Bogotá.
La concejal Diana Diago le pidió al IDIGER información sobre los protocolos y estrategias que se están llevando a cabo para garantizar el cumplimiento de las normas de “sismo-resistencia” en las edificaciones de la ciudad. Pero la administración respondió con evasivas remitiendo la responsabilidad a diferentes entidades.
Se demostró que a la fecha no hay una estrategia definida frente a esta problemática y tampoco hay una asignación de responsabilidades clara para garantizar el cumplimiento de las normas de “sismo-resistencia” en la ciudad.
Asimismo, dentro de las respuestas de la administración en relación con las estrategias para mejorar la infraestructura de las estructuras más viejas con miras de fortalecer la gestión de riesgo sísmico, se dejó claro que tampoco hay un programa concreto para este fin. Al contrario, se mencionaron otros programas como el Programa de Mejoramiento Integral de la Secretaría de Hábitat, o el Programa Plan Terrazas de la Caja de Vivienda Popular. Estos programas, si bien pueden tener un carácter transversal, no buscan preparar a la ciudad para un eventual evento sísmico.
De este modo, queda demostrado que la Bogotá Cuidadora no tiene la intención de cuidar a la ciudad frente a un eventual evento sísmico.
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