Ante la falta de acciones por parte de la administración Galán, de la alcaldía local de Suba y de la Policía, la comunidad de Mazuren acudió a la concejal Diana Diago para denunciar la inseguridad a los que se encuentran expuestos y la falta de mantenimiento de los espacios públicos del sector. Por esto, la cabildante envió una carta al comandante de la Policía para que fortalezca la seguridad del sector.
Los habitantes de los barrios El Plan, Mazurén y Colina Campestre están desesperados por la falta de atención por parte de las instituciones frente a las diferentes problemáticas, hurtos, microtráfico, ventas ambulantes, y la falta de mantenimiento del espacio público.
“La ciudadanía se siente abandonada, quiere salir sin miedo de sus casas. Le han insistido al Gobierno Galán y a la Policía que los protejan y se haga una intervención en el sector. Sin embargo, no hay respuesta, las problemáticas continúan y se agudizan” mencionó Diana Diago, quien tras conocer la denuncia envió una carta al general de la Policía, Jose Gualdrón, solicitando la intervención inmediata del sector y la presencia constante de la Policía, así como para que haya un control territorial de la zona.
En la misiva enviada al general de la Policía, la concejal solicitó:
- Creación de frentes de seguridad.
- Aumento de pie de fuerza.
- Articulación de los CAI del sector.
- Combatir el consumo de drogas en los parques.
Fragmento de la carta enviada por la concejal al General Gualdrón.
La problemáticas en seguridad son diversas, la presencia constante de motoladrones, quienes recorren el sector con armas de fuego y cuchillos, amenazan y roban a los residentes. El caso más reciente denunciado es que 3 motoladrones con revólver en mano, atracaron un carro en plena zona residencial, justo en frente de la portería de su conjunto.
Este es uno de los más de 3900 casos de motoladrones en toda Bogotá. Suba registra 580 casos de hurto bajo esta modalidad, encabezando la lista de las localidades donde más roban los motoladrones en la ciudad.
“Ya no podemos salir al supermercado porque tenemos miedo de que nos roben. Las ventas ambulantes son un foco de inseguridad, hemos hecho miles de trámites para que la alcaldía local y el IPES hagan algo para reubicarlos pero no hay respuesta positiva y quienes pagamos el plato roto somos nosotros,” mencionó una líder del sector, quien hizo llegar una carta a la concejal Diago donde evidencian las problemáticas de la zona.
También hay consumo constante de drogas en el espacio público después de las 3:30 de la tarde.
Ante la problemática, la concejal hizo un llamado adicional al alcalde Carlos Fernando Galán para que escuche a los ciudadanos y atienda sus problemáticas, encontrando soluciones efectivas contra la delincuencia, el dolor de cabeza de los bogotanos.
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