Los bogotanos tienen que padecer la demora de las obras en Bogotá, no avanzan como se debe, un claro ejemplo es el de la ciclorruta y acera del Canal Molinos entre la carrera 9 y la Autopista Norte.

Revisando el contrato, se evidencia la mala planeación de la obra. El contrato se inició el 16 de diciembre de 2020, sin embargo, en menos de dos años ya ha sufrido tres suspensiones, es decir que esta obra lleva más de 177 días parada, esto equivale a casi seis meses, informó la concejal Diana Diago.

También señaló que a la fecha el contrato está suspendido por la falta de articulación interinstitucional porque no se cuenta con el permiso de ocupación de cauce, responsabilidad exclusiva de la Secretaría Distrital de Ambiente. Ni siquiera las propias entidades tienen la capacidad de trabajar en conjunto a favor de la ciudadanía, cuestionó la cabildante.  

Este contrato, entre el Instituto de Desarrollo Urbano y el Consorcio Ruta Molinos, es importante, porque ejecutará la construcción de 7.681 metros cuadrados de espacio público y 1.93 km de ciclorruta, con una inversión de $13.719 millones.

Dos años prácticamente, y la obra no registra ni un 20 % de ejecución física, estos retrasos están afectando a casi 90.000 personas que habitan cerca del área de influencia de la obra, manifestó la Cabildante del Centro Democrático.

En octubre del año pasado, la Alcaldía en su página web, aseguró que en el primer trimestre de este año culminaría la obra, pero se llegó el tiempo estipulado por la Entidad y no hay avances, no hay ciclorruta, solo polisombras que ponen en riesgo la seguridad del sector, puntualizó la concejal Diana Diago.