Los habitantes en condición de calle se tomaron dos puntos de la avenida las Américas para hacer sus cambuches, donde duermen, comen y sobreviven. La concejal Diana Diago hace un llamado a la alcaldesa Claudia López para que reincorpore y resocialice a esta población.
La concejal Diana Diago denuncia a través de voces ciudadanas que los asentamientos de personas en el espacio público de Bogotá promueven inseguridad y vandalismo en los sectores afectados. Debajo del puente Calle 13 con Américas hay personas en condición de habitabilidad en calle. Allí se toman el espacio público para dormir entre plásticos, cocinar con leña y basura y hasta descansar en sofás reciclados que llevan allí.
Otro de los puntos en los que los habitantes se tomaron el espacio público fue en la calle 23 con carrera 32, en el que en medio de las zonas verdes se encuentran carretas entre basuras y tablas para cubrir los asentamientos.
La concejal Diana Diago alerta a la ciudadanía y a la administración de Claudia López sobre esta problemática: “los programas de integración social y la secretaría de salud están siendo ineficientes. La informalidad de los recicladores, migrantes y carreteros ha aumentado la habitabilidad en calle y con esto, la inseguridad en Bogotá, porque el espacio público se deteriora. Hoy quiero hacer un llamado para que las políticas que se decretan se cumplan y no queden solo en el papel”, haciendo referencia al decreto 560 de 2017 que habla sobre la habitabilidad en calle.
De acuerdo con el DANE, en su último censo sobre habitantes en calle, el 33,5 por ciento de esta población menciona que la razón principal por la que viven en estas condiciones es por el consumo de sustancias psicoactivas, luego encuentran argumentos como conflictos familiares y dificultades económicas. Para sostenerse, afirman que sus actividades de ingreso son el obtener material reciclable y la venta informal en las calles.
Para un habitante en condición de calle entrevistado por el equipo de la concejal Diago, “el que consume drogas queda ahí. El bazuco daña la vida”, confirma mientras narra la historia de su vida. Duerme en las calles del Bronx, El Cartucho y la L desde los 7 años, ha robado, ha estado en la cárcel varias veces y afirma que le gusta la calle incluso cuando ha intentado salir de allí, pero no ha sido posible.
Sin embargo, “esta es una problemática que nos afecta a todos. La informalidad de los recicladores y los asentamientos en el espacio público generan una percepción de inseguridad en Bogotá. Esto lo que hace es incentivar atracos, como lo hemos venido viendo, por ejemplo, a las afueras de los colegios de Kennedy”, menciona la concejal Diago.
A lo anterior, generó un llamado a la secretaría de salud e integración social para que se tomen las medidas pertinentes y se resocialice a esta población, con el fin de mantener seguros los espacios públicos de la ciudad.
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