La concejal Diana Diago visitó el CAPS Patio Bonito – Tintal donde encontró más de 20 furgones encendidos y detenidos, evidenciando la negligencia de la Secretaría de Salud al realizar la compra de estos vehículos.
A raíz del paro de tripulantes de ambulancias realizado el 2 de marzo de 2023, la concejal se reunió con las tripulaciones que pararon la circulación de más de 20 ambulancias para manifestar la precariedad laboral en la que se encuentran. Las localidades que se vieron afectadas fueron Kennedy, Bosa, Puente Aranda y Fontibón.
Más de 50 trabajadores protestaron por la recategorización de su nivel de riesgo laboral, pasaron de nivel 4 a nivel 3.
Por esta razón, la concejal mencionó: “Escuché a los tripulantes de las ambulancias que el gobierno de Claudia López y el Secretario de Salud Alejandro Gómez, quieren desmejorar sus condiciones contractuales, bajando su nivel de riesgo laboral, aun cuando estas ambulancias ni siquiera pueden andar a las velocidades a las que normalmente se atienden las emergencias, porque significan un peligro para la tripulación, además las tripulaciones se encuentran expuestas a accidentes de tránsito, volcamientos y agresiones por parte de la ciudadanía”.
Las fallas
En la visita de Diago y a través de información suministrada por la subred Suroccidente, se confirmaron fallas en el sistema eléctrico ya que sí los vehículos se apagan, la única forma de volver a encenderlos es empujándolos. Además, las ambulancias cuentan con fallas en las cerraduras, el chasis, la carrocería y deficiencias mecánicas, un peligro para la tripulación y el paciente.
Estos furgones, también cuentan con deficiencias en el sistema de seguridad, pues “en ocasiones resultan totalmente bloqueadas en la parte de la cabina del vehículo, haciendo muy difícil desbloquearlas para que la tripulación acceda. Se evidencia fallas en los seguros de las puertas (bloqueo central), en los mandos eleva vidrios, en los sensores de reversa y cámaras”, confirma la respuesta al derecho de petición enviado por la concejal.
De otra parte, ALFA A.M., proveedor de estos vehículos, en vez de asumir su responsabilidad, se ha dedicado a culpar a las tripulaciones de las fallas presentadas. Por ejemplo, según ellos, la velocidad promedio encontrada en el uso de estos furgones es de 5.4 Km/h, sin embargo, para un vehículo particular este promedio es de 24 Km/h.
Alfa A.M. Recomienda manejar las ambulancias sobre las 1400 revoluciones por minuto, pues encontró que el 91% del tiempo los vehículos se encuentran encendidos por debajo de 900 rpm.
Es apenas lógico que la velocidad promedio sea de 5.4 km/h, pues si circulan a mayores velocidades, pueden sufrir volcamientos, como ya ha ocurrido, además, los pacientes y tripulación rebotan al interior del vehículo, pues la suspensión está diseñada para transportar carga, no pacientes.
También es lógico que la mayoría del tiempo los vehículos estén encendidos por debajo de las 900 rpm, pues tienen que estar estacionados y prendidos, ya que si se apagan la única forma de volver a encenderlos es empujándolos. Esta es una falla eléctrica que deja inservibles todos los dispositivos de atención de la ambulancia medicalizada.
“Es ilógico que para esta administración, sea aceptable que estas ambulancias transiten a velocidad de tortuga, que sea más rápido un niño en una bicicleta que una ambulancia que debe salvar la vida de un bogotano. Es inconcebible que Claudia López promueva este presunto detrimento patrimonial” señaló la concejal.
Debido a lo anterior Diago señala que las irregularidades se encuentran al momento de la compra de estos furgones, pues en su funcionamiento, presentan fallas que afectan la calidad del servicio de los pacientes y ponen en riesgo sus vidas.
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