La concejal Diana Diago denuncia la mala administración de los recursos invertidos en los entornos escolares de Bogotá.
Los niños en Bogotá tienen miedo de ir al colegio. Los estudiantes y sus familias están siendo afectados por la inseguridad de la ciudad. Los casos aumentan y las madres que denuncian están siendo amenazadas por los mismos delincuentes.
Las comunidades de localidades como Kennedy, Usme, Ciudad Bolívar y San Cristóbal Sur, se encuentran angustiadas por el aumento de hurtos y consumo de droga en los entornos escolares.
“A mi hijo de 14 años un habitante de calle le robó el celular cuando salía del colegio. Los vigilantes no hicieron nada porque supuestamente su trabajo es dentro de la planta física del Colegio Próspero Pinzón”, mencionó una de las madres en Kennedy. Sin embargo, la secretaría de Educación ha gastado más de 482 mil millones de pesos desde el 2020 hasta la fecha en el sistema de vigilancia de los colegios.
Ante esta situación, la concejal Diana Diago afirmó: “El problema es grande. Señora alcaldesa si cuenta con los recursos entonces ¿están haciendo mal su trabajo? Aquí los más afectados son los niños, que sufren hechos traumáticos a temprana edad y se les vulnera su derecho a la educación”.
La situación de los entornos escolares preocupa en toda Bogotá. Desde el 2020 se han invertido más de 13 mil millones de pesos en programas de prevención a los delitos y promoción de estrategias de convivencia dentro y fuera de las instituciones.
No obstante, la inversión de los recursos no se evidencia. En San Cristóbal Sur, “los niños no pueden cruzar por las calles para ir al colegio porque la cantidad de habitantes de calle y carreteros genera miedo. Ya han habido riñas, hurtos y amenazas” afirma una vecina del barrio Sosiego, quien también confirma sus llamados sin respuesta a la policía.
A raíz de esta situación, la concejal Diago ha realizado mesas de trabajo interinstitucionales en varias localidades, pero las denuncias continúan.
“Preocupa mucho que en los entornos escolares aumente la delincuencia. Estos espacios son hechos para los niños y la comunidad educativa, no para que jíbaros lleven a los estudiantes al consumo de droga y carreteros roben a los niños. El desgobierno fracasó y la ciudadanía es quien se ve afectada”, afirmó la concejal Diago.