Con el objetivo de disminuir la temperatura en las áreas urbanas y promover la sostenibilidad ambiental, Diana Diago presentó un proyecto de acuerdo que busca incentivar a las unidades residenciales y empresas a transformar los techos y fachadas tradicionales por techos verdes, cubiertas reflectivas y/o jardines verticales bioclimáticos.

Dentro de la propuesta se busca generar incentivos tributarios como el descuento en el pago del impuesto predial o un subsidio adicional para la compra de proyectos de viviendas tipo VIS o VIP que integren techos verdes y jardines verticales en su infraestructura. 

“Los incentivos los decidirán las Secretarías de Hábitat, de Hacienda y de Ambiente. La propuesta es que se incite a la comunidad a transformar los espacios de la ciudad. El cambio climático está afectando a gran parte del mundo y Bogotá no se queda atrás dentro de las ciudades afectadas. Es el momento de darle otra oportunidad a la ciudad”, mencionó la concejal Diago. 

El C40 (2019) informa que el 60% de las ciudades que conforman este grupo han experimentado un preocupante aumento del calor urbano. En respuesta a esta problemática, el C40 y la «Global Cool Cities Alliance» están trabajando en colaboración con 21 ciudades a través de la «Red de Ciudades Frías», cuyo objetivo es diseñar e implementar soluciones para reducir los niveles de temperatura urbana y compartir experiencias en refrigeración en las ciudades.

Los techos, que cubren aproximadamente el 20-25% de la superficie urbana, desempeñan un papel fundamental en la mitigación del efecto isla de calor. Los techos verdes, definidos como paisajes vegetados construidos sobre una serie de capas instaladas en la superficie de un techo, son una de las tecnologías disponibles en todo el mundo para combatir este fenómeno. Otras tecnologías incluyen los techos reflectivos, pavimentos frescos, parques y paisajes verdes (C40 Cities, 2019).

Los beneficios de implementar acciones de refrigeración en las ciudades son significativos: la retención de agua lluvia, el aprovechamiento de residuos orgánicos, la mitigación del efecto isla de calor, la reutilización y reciclaje de materiales, el aumento de áreas verdes para promover la biodiversidad.